Rio de Janeiro, 1981

El espacio de visibilidad de Panmela Castro se da en el embate contra el machismo, el patriarcado y la normalización binaria de los cuerpos, y la estética de los cuentos de hadas, del mundo “color rosa”. Integrante y articuladora de redes de feminismo por medio del arte urbano, como NAMI, Castro ya grafiteó muros en Río de Janeiro, Cochabamba, Oslo, Miami, Israel, Nueva York, Berlín y París. Sus composiciones recurren a palabras de orden y a figuras femeninas, con detalles de rostros iluminados por puntos de luz que a veces se sobreponen a ellos y crean tonalidades fuertes y rojizas.

Obras

Femme Maison [Dona de casa], 2017
instalação
COLABORAÇÃO Elizabeth da Silva e Artha Baptista
PARTICIPAÇÃO Clara Averbuck
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